Post en VKAD por parte de Angela Ichihara a James. Gracias a Xio por darme chance de subirlo. Excelente, hasta me hizo llorar T.T
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Beatus vir qui suffert tentationem
Bendice al hombre que sufre por tentación
Quoniqm cum probates fuerit accipient coronam vitae.
Dado que, él, con esfuerzo, habrá recibido la corona de la vida.
Kyrie, ignis divine, eleison
¡Oh, Señor! ¡Fuego Misericordioso! ¡Ten piedad!
O quam sancta, quam serena,
¡Oh, cuán Santa! ¡Cuán serena!
quam benigma, quam amoena
¡Cuán afable! ¡Cuán placentera!
O castitatis lilium
¡Oh, Casta Lilia!
- Extiendes vuestra ala hacia mi pequeña avecilla, queriendo escapar de vuestra jaula, yo sé que buscáis el perdón, más otorgaros tal cosa, significaría renunciar al derecho de heriros por habedme herido y tal cosa no puedo hacer.
Yo quisiera alzar mi mano por entre el fuego y sentir como nos quema juntos, volvernos ceniza y unirnos en una danza con el viento, para que nadie pudiera alcanzarnos y finalmente, el final de nuestra existencia, marcara nuestro descanso, aunque no nos encontráramos en el cielo, vos habéis creado un paraíso para mi y con eso me es suficiente.
No solamente el desgarre en vuestra voz me ha traído muerte una segunda vez, sino que vuestras lágrimas, ocultas en vuestras heridas como yagas, me castigarán en las noches por venir, en mi soledad, me abatiré arrepentida de haberos hecho sufrir. Ojalá supierais cuánto os comprendo, esos fragantes intentos por pertenecer, esas peticiones de cariño ocultos tras un espejo de frialdad, mi chiquillo, cuán triste es saber que nadie os amará por lo que sois, jamás de los jamases alguien podrá entregar su entera existencia a una bestia… jamás, pero eso lo ignoráis con toda vuestra inocencia, cuervillo pardo, sois mi más valioso recuerdo de este mundo.
No sacrifico nada por amor… quiero sacrificar, para poder amar.
¿Mi nombre? Apenas si lo recuerdo, alguien lo susurró en cuanto abrí los ojos a este mundo gris, dónde el matiz de la sangre era el único tinte que distinguían mis oscuras pupilas. No tuve un roce maternal, ni un piadoso protector, pero alguien creó un distintivo para mi, el cual no quiero recordar, porque todo lo que creé se desvanecería, porque nadie amaba a esa mujer.
Pero mi propósito me excede por mucho, mi avecilla de espeso plumaje, no importamos, no merecemos, no tendremos… ven, sigue susurrando mientras vienes… ven, entrégate a mi noche, me llevaré vuestro sufrimiento y todos pagarán, todo será, como debió ser siempre.
Todo esto, es lo que digo en mi silencio, cuando para el mundo, yazco enmudecida e innerte...-
La mujer no decía nada y toda expresión se había esfumado de su rostro, incluso su mirada se sentía más lejana que nunca y el fuego a su alrededor, no la envolvía, sino que la respetaba por mandato de su caballero, quién en el peor de los momentos, intentaba salvarla ingenuamente de su propio toque ¿qué mayor metáfora qué esa?
Continuó retrocediendo, marcando huellas de sangre sobre el piso destrozado, ligera y preciosa, como una cobra atrae con la danza de su cascabel y ese ligero siseo, hipnotizándole para que se adentrara al fuego, mirando dentro de su ojo, incluso, dentro de su cuenca vacía. Finalmente cesó el vals, siendo el último compás el estruendo de la enorme llamarada que pronto todo lo consumiría, y para completar la ironía, se encontraban el final del salón de baile, dónde ardía el recuerdo de Stein, junto al piano roto… tan roto como la ilusión de haberle amado alguna vez, con tal intensidad, que al deshacerse de su recuerdo, se le fue un pedazo de corazón a aquélla bestia.
- Dejad..
Segundo 15
Ella corre hacia él, buscando el refugio en su cuello, palpando la amplitud total de su espalda con una sola mano, buscando el último abrazo…
Segundo 10
Ella rebusca por entre la espesura de su cabello con la mano dispuesta…
Segundo 7
Ella lo traiciona, lo apuñala por la espalda, atravesando su precioso corazón…
Segundo 2
Lo sostiene inmóvil entre sus brazos y le regala ese último beso, que le durará hasta morir…
Segundo 0
Todo se consume en una intensa llamarada que marca rojo el cielo.
Yo quisiera alzar mi mano por entre el fuego y sentir como nos quema juntos, volvernos ceniza y unirnos en una danza con el viento, para que nadie pudiera alcanzarnos y finalmente, el final de nuestra existencia, marcara nuestro descanso, aunque no nos encontráramos en el cielo, vos habéis creado un paraíso para mi y con eso me es suficiente.
No solamente el desgarre en vuestra voz me ha traído muerte una segunda vez, sino que vuestras lágrimas, ocultas en vuestras heridas como yagas, me castigarán en las noches por venir, en mi soledad, me abatiré arrepentida de haberos hecho sufrir. Ojalá supierais cuánto os comprendo, esos fragantes intentos por pertenecer, esas peticiones de cariño ocultos tras un espejo de frialdad, mi chiquillo, cuán triste es saber que nadie os amará por lo que sois, jamás de los jamases alguien podrá entregar su entera existencia a una bestia… jamás, pero eso lo ignoráis con toda vuestra inocencia, cuervillo pardo, sois mi más valioso recuerdo de este mundo.
No sacrifico nada por amor… quiero sacrificar, para poder amar.
¿Mi nombre? Apenas si lo recuerdo, alguien lo susurró en cuanto abrí los ojos a este mundo gris, dónde el matiz de la sangre era el único tinte que distinguían mis oscuras pupilas. No tuve un roce maternal, ni un piadoso protector, pero alguien creó un distintivo para mi, el cual no quiero recordar, porque todo lo que creé se desvanecería, porque nadie amaba a esa mujer.
Pero mi propósito me excede por mucho, mi avecilla de espeso plumaje, no importamos, no merecemos, no tendremos… ven, sigue susurrando mientras vienes… ven, entrégate a mi noche, me llevaré vuestro sufrimiento y todos pagarán, todo será, como debió ser siempre.
Todo esto, es lo que digo en mi silencio, cuando para el mundo, yazco enmudecida e innerte...-
La mujer no decía nada y toda expresión se había esfumado de su rostro, incluso su mirada se sentía más lejana que nunca y el fuego a su alrededor, no la envolvía, sino que la respetaba por mandato de su caballero, quién en el peor de los momentos, intentaba salvarla ingenuamente de su propio toque ¿qué mayor metáfora qué esa?
Continuó retrocediendo, marcando huellas de sangre sobre el piso destrozado, ligera y preciosa, como una cobra atrae con la danza de su cascabel y ese ligero siseo, hipnotizándole para que se adentrara al fuego, mirando dentro de su ojo, incluso, dentro de su cuenca vacía. Finalmente cesó el vals, siendo el último compás el estruendo de la enorme llamarada que pronto todo lo consumiría, y para completar la ironía, se encontraban el final del salón de baile, dónde ardía el recuerdo de Stein, junto al piano roto… tan roto como la ilusión de haberle amado alguna vez, con tal intensidad, que al deshacerse de su recuerdo, se le fue un pedazo de corazón a aquélla bestia.
- Dejad..
qué el fuego…
arrase con el dolor… -
Segundo 15
Ella corre hacia él, buscando el refugio en su cuello, palpando la amplitud total de su espalda con una sola mano, buscando el último abrazo…
Segundo 10
Ella rebusca por entre la espesura de su cabello con la mano dispuesta…
Segundo 7
Ella lo traiciona, lo apuñala por la espalda, atravesando su precioso corazón…
Segundo 2
Lo sostiene inmóvil entre sus brazos y le regala ese último beso, que le durará hasta morir…
Segundo 0
Todo se consume en una intensa llamarada que marca rojo el cielo.
Adiéu.
1 comentario:
love you mon amour, lo mejor lo escribo para ti ~
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