¿Qué pasa? ¿Por qué tan sorprendido?
Sí... te he salvado la vida... serás estúpido ¡Si no sabes nadar no te metas al agua!
¿Yo? Mi nombre no tiene relevancia, aún no
... No es necesario, ya sé el tuyo... ¿Cómo? Pues... mi destino era matarte...
¿Qué, no entiendes? ¿Qué por qué te salve? Fácil, soy un Fateless
Imagina que todos somos hojas de un hermoso y enorme árbol, todas conectadas unas a otras, sin nosotros las hojas, el árbol morirá y sin él nosotros no existiríamos. Ese árbol es la Tierra, nuestro planeta.
Todas las hojas cumplen funciones para poder existir en paz y asegurar la vida... cumplimos nuestro "destino".
Yo soy una hoja verde que ha caído del árbol consciente de ello... no me he secado y muerto, sino que deliberadamente renuncie a mi función, a mi labor de cumplir el destino...
Vives cuando deberías estar muerto... tu tampoco eres útil ahora.
Te he convertido en uno como yo... ¿Qué harás?
Yo recomendaría correr... correr de aquellos que terminan con nosotros los inmortales... los Fateless...